BBC MUNDO

11 septiembre 2011

 

¿Por qué es tan difícil curar el acné?

 

A menudo se describe al acné como un trastorno de la adolescencia, pero es bien sabido que puede durar varios años, incluso décadas hasta la adultez, y que puede convertirse en un problema serio con graves repercusiones psicológicas.

 

Y sin embargo, hasta ahora ha sido muy difícil encontrar un tratamiento realmente efectivo para tratar este trastorno en todos los pacientes.

 

Una revisión reciente de las investigaciones que se han llevado a cabo sobre los tratamientos para el acné encontró que existen brechas amplias en la información, en particular cuando se compara la efectividad de los productos.

 

El acné es un trastorno inflamatorio de la piel que provoca una secreción excesiva de grasa que provoca un bloqueo en el poro produciendo lesiones y cicatrices, principalmente en la cara, el pecho y espalda.

 

Como el acné suele aparecer en la adolescencia, cuando los individuos tienden a ser socialmente más inseguros, la incapacidad para prevenir o curar el trastorno puede tener un grave impacto negativo, principalmente en la salud mental.

 

El profesor Hywel Williams, del centro de dermatología de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, quien llevó a cabo la revisión, afirma que "no sorprende que actualmente estén disponibles en el mercado entre 40 o 50 productos disponibles".

 

"Como paciente ves todos estos productos en la farmacia o supermercado, pero no sabes cuál es el mejor. Hay muy poca información comparativa", dice.

 

El dermatólogo cree que es necesario llevar a cabo más estudios independientes, porque por lo general los que están disponibles han sido conducidos por la industria farmacológica.

 

"Hay muchas preguntas que no han sido respondidas" afirma el profesor Williams.

 

"Por ejemplo, ¿cuándo debes comenzar a tratar el acné? y ¿cómo o con qué debes tratarlo?".

 

Desconocimiento

Esto, señala el experto, se complica por el hecho de que todavía no se ha logrado entender con precisión qué es lo que provoca el acné y cómo un tratamiento puede afectar el progreso de la enfermedad.

 

La doctora Susannah Baron, especialista en dermatología y portavoz de la Fundación Británica de la Piel, explica que el impacto psicológico del acné en los adolescentes es enorme.

 

"La adolescencia es, de cualquier forma, un período realmente difícil, y aunado a esto es la época en que surge el acné".

 

"Las niñas a menudo intentan, antes que los niños, buscar la forma para prevenirlo. Y para ellos el acné puede ser peor porque está vinculado a un incremento en la testosterona" dice la doctora Baron.

 

"Mucha gente gasta grandes cantidades de dinero en productos que quizás no funcionan. Algunas de las lociones o geles podrían ayudar pero lo mejor es ir al médico, quien puede recetar un tratamiento que contenga un líquido, crema o gel antibacteriano".

 

Cuando ninguno de los tratamientos comerciales funciona, el médico puede recomendar un curso de antibióticos o referir al paciente a un dermatólogo si éste no muestra mejoría.

 

Sin embargo, las reacciones de los pacientes ante los diferentes tratamientos varían mucho. Por eso es importante consultar al médico cuando las terapias comerciales no funcionan.

 

En cuanto a los llamados tratamientos alternativos, la doctora Baron se muestra escéptica de que funcionen debido a que no hay evidencia que lo demuestre.

 

Pero hay quienes afirman que éstos sí pueden ayudar.

 

Elaine Mummery es nutricionista y dirige una clínica de acné en Glasgow, Escocia.

 

También es autora de un libro llamado Spotless - The Essential Guide to Getting Rid of Spots and Acne (Sin manchas - La Guía Esencial para Deshacerse de las Manchas y el Acné).

 

"Cuando miro la cara de alguien sé, por el tipo de lesiones, cuál es el problema y cómo curarlo" dice Mummery.

 

"Algunas personas deben retirar la leche de vaca de su dieta, otras necesitan reducir su consumo de azúcar. Siempre hay una razón para el acné y una solución. La clave está en el tipo de mancha" agrega.

 

Sus tratamientos por lo general están basados en un cambio de dieta y en el consumo de jugos de vegetales y fruta o la reducción de carbohidratos.

 

Pero esto, dice, tampoco funciona para todos los pacientes.

 

Aunque los problemas del acné suelen desaparecer cuando termina la adolescencia, para una pequeña minoría el trastorno nunca se acaba del todo.

 

La agonía del acné

¿Quién no ha presenciado con horror el nacimiento de un barro (espinilla) enorme, gordo y graso en su rostro?

 

La mayoría de nosotros –de hecho, el 85% de la población- sufrimos o hemos sufrido en algún momento de nuestra vida por las molestas espinillas en la piel.

 

Para algunas personas, sin embargo, el problema del acné puede ser mucho más que una molestia temporal.

 

El acné puede significar años de trastornos emocionales, de sentirse inferior y acomplejado y de graves consecuencias psicológicas.

 

¿Por qué surge?

El acné, (acné vulgaris), es la enfermedad inflamatoria de la piel más común en el mundo.

 

Afecta a cerca del 90% de los adolescentes, a menudo llega a su apogeo a los 15 años. Pero también puede continuar por años ya que 12% de adultos, principalmente mujeres, sufren acné.

 

La causa más común del acné son los cambios hormonales. Por eso se desarrolla en la pubertad cuando el organismo comienza a producir hormonas sexuales.

 

La piel tiene miles de folículos pilosos microscópicos y en cada uno de ellos hay una glándula sebácea que produce una sustancia grasosa, el sebo.

 

Las hormonas provocan un aumento en la producción de sebo y esta secreción excesiva de grasa, junto con las células muertas de la epidermis, bloquean el folículo piloso provocando su inflamación y la formación de una espinilla, barro, o grano.

 

Por eso el acné ocurre principalmente en zonas de la piel donde hay una mayor densidad de folículos sebáceos, como la cara, el cuello, el pecho y la espalda.

 

Durante décadas los científicos han tratado de descubrir si estas glándulas sebáceas y el sebo que producen tienen alguna función útil.

 

El sebo no ayuda a proteger a nuestra piel de la luz solar, ni de la pérdida de fluidos o el desarrollo de bacteria. Al parecer la única utilidad de esta sustancia es causar acné.

 

Leve y severo

Aunque la mayoría de los casos de acné son leves o moderados y desaparecen al final de la adolescencia, también se dan casos muy severos que resultan en cicatrices permanentes en la piel, o casos en que el acné nunca desaparece del todo.

 

Los expertos afirman, sin embargo, que aún cuando es leve o moderado, el acné puede tener efectos devastadores en la autoestima de la persona, principalmente porque ocurre en una época de la vida en que se suele ser más inseguro socialmente.

 

“Aunque se da todo un espectro de acné que va desde el muy leve hasta el muy severo, el impacto psicológico puede ser enorme incluso cuando el trastorno es mínimo” explica a la BBC la doctora Alison Layton, especialista en dermatología de la Fundación para la Piel del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.

 

“Creo que esto se debe a que afecta a los jóvenes en una época en la que están pasando por los cambios más grandes y cuando desean verse bien”.

 

“La gente con acné leve puede sufrir depresión y aquéllos con acné muy severo en ocasiones pueden enfrentar bien el trastorno”.

 

“Es decir, la enfermedad tiene el potencial de causar graves problemas psicológicos, porque la depresión puede ser muy grave y conducir al suicidio”.

 

Tratamientos

Aunque hay una creencia común de que la dieta o ciertos alimentos pueden empeorar el acné, por ejemplo, el chocolate o las comidas fritas o grasosas, no hay bases científicas que apoyen esta idea.

 

Se ha observado, sin embargo, que someterse a un examen, comenzar una nueva relación y algunas otras formas de estrés pueden provocar un brote de acné.

 

También las mujeres suelen tener un aumento de acné justo antes del inicio del período menstrual, o puede ser provocado por el embarazo y ciertos cosméticos o medicamentos.

 

Tal como dice a la BBC la doctora Susannah Hoey, especialista en dermatología del Hospital Royal Victoria en Belfast, hoy en día contamos con varios tratamientos efectivos para el acné.

 

“Ciertamente podemos tratar el acné y es muy importante que la gente lo sepa”.

 

“Contamos con antibióticos que pueden aplicarse localmente o tomarse en forma de tabletas y también hay medicamentos especializados para los casos más severos de acné”, dice la especialista.

 

¿Cuándo buscar ayuda?

En casos más leves de acné muchas veces nos vemos tentados a exprimir los barros para desbloquear la grasa.

 

Pero la experta recomienda asegurarse de que las manos están limpias y de que no se ejerce demasiada presión en la espinilla porque hay riesgo de agravar la infección o dañar la piel y provocar una cicatriz permanente.

 

También en casos leves de acné, cuando solo brotan algunos granos ocasionalmente, podría bastar con una loción medicinal o lavado facial que retire el exceso de grasa y limpie la piel.

 

En las tiendas y farmacias también se pueden encontrar ungüentos, cremas y lociones que contienen peróxido de benzoílo, que producen una acción antibacteriana y de exfoliación en la piel que reduce los niveles de bacteria y el bloqueo de poros.

 

Y también hay varios tratamientos alternativos que podrían ayudar a algunas personas, por ejemplo, mascarillas faciales de ácido silícico coloidal o aceite de árbol del té (aceite de Malaleuca) que producen efectos antisépticos y antibacterianos.

 

“El mensaje principal –dice a la BBC la doctora Hoey- es que existen tratamientos disponibles para ayudar a controlar e idealmente curar el acné”.

 

“Así que mi consejo es, visita al médico si tienes alguna preocupación por el estado de tu piel, porque podemos ayudarte”.

 

Vínculo de acné severo y riesgo de suicidio

Debe vigilarse de cerca la salud mental de las personas que están recibiendo tratamiento para acné severo, advierten científicos.

 

Pero a pesar de lo que habían revelado estudios previos, un popular medicamento que se usa para este trastorno no incrementa el riesgo de suicidio, encontró una nueva investigación.

 

El acné, dicen los expertos, puede tener graves efectos psicológicos.

 

Por lo común, a los individuos que sufren de acné severo se les receta un medicamento llamado isotretinoína, también conocido comercialmente como Roaccutane, Accutane, Amnesteem, Claravis, Clarus y Decutan.

 

El fármaco se ha utilizado desde los 1980 para tratar acné severo cuando un régimen de antibióticos no resulta efectivo.

 

Sin embargo, ha habido informes que vinculan la isotretinoína a la depresión y a conductas suicidas.

 

Efectos psicológicos

El nuevo estudio con 5.700 personas, publicado en British Medical Journal (Revista Médica Británica), fue llevado a cabo en el Instituto Karolinska, en Suecia, entre 1980 y 2001.

 

El doctor Anders Sundstrom y su equipo analizaron los intentos de suicidio de individuos antes, durante y después de recibir el tratamiento con este fármaco.

 

Descubrieron que 128 de los 5.700 pacientes investigados fueron internados en un hospital por intento de suicidio.

 

El riesgo de suicidio fue más alto durante los seis meses después de terminar el tratamiento, pero los científicos afirman que es probable que esto se deba a que los pacientes cuyo acné mejoró después de tomar el fármaco no tuvieron cambios en su vida social y eso les provocó angustia, más que el propio tratamiento.

 

Los investigadores subrayan que el intento de suicidio es un evento raro, las cifras revelan que sólo una persona de cada 2.300 que toman isotretinoína intentarán suicidarse por primera vez.

 

"El trastorno subyacente, el acné, es un factor más importante en esos intentos de suicidio" expresa el doctor Sundstrom.

 

"No estamos seguros si el fármaco añade algo a ese riesgo".

 

En un editorial en la misma publicación, los expertos australianos en acné, doctores John Sullivan y Parker Magin, afirman que la investigación sueca es importante dada la complejidad del tema.

 

"Es difícil detectar la relación entre salud mental y la isotretinoína porque el acné en sí mismo está asociado con morbilidad psiquiátrica, incluida la depresión", expresan los autores.

 

Y agregan que el estudio demuestra que los médicos generales deben observar más de cerca a los pacientes con acné que toman isotretinoína.

 

"Durante y después del tratamiento con isotretinoína (quizás especialmente durante un tratamiento que no es exitoso) los pacientes deben ser cuidadosamente vigilados para detectar depresión o pensamientos suicidas".

 

Por su parte, la doctora Sarah Bailey, del Departamento de Farmacia y Farmacología de la Universidad de Bath, Inglaterra, señala que "éste es un estudio importante que apoya la opinión que el acné en sí mismo tiene efectos psicológicos importantes y que hay un riesgo bajo de suicidio con algunos pacientes de acné".

 

"Sin embargo, el controvertido asunto del incremento en el riesgo de suicidio con isotretinoína no se resuelve con esta investigación, lo cual reconocen los mismos autores".

 

"Quizás su hallazgo más interesante y novedoso es que el riesgo de suicidio aumenta después de que se termina el tratamiento y por lo tanto es esencial seguir vigilando a los pacientes muy de cerca", expresa la experta.